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Los ciclos se cumplen inexorablemente: La Tierra girando alrededor del Sol, el día y la noche, nacer y morir. Todo tiene un principio y un fin para volver al principio y conformar el círculo de la existencia.
Consecuentemente la existencia del hombre es circular. Repite sistemáticamente los sucesos y reitera las conductas emocionales en situaciones separadas por un lapso de tiempo. Las experiencias claudican ante lo repetido, nada vale haber mantenido una situación semejante un año antes, se cumple la ley de lo inexorable, hoy es hoy y mi sentir. En la historia existe una constante: el hombre siempre luchó contra el hombre. No hay momento sin confrontación.
Hasta Jesús fue crucificado cruelmente por aquellos que temieron su palabra ya que sabían que iban a perder poder.
Invocando el nombre de Jesús muchos filisteos han obtenido provecho, llenado sus arcas, dominando a los pueblos.
La palabra de Jesús no alentaba el miedo, iba en busca de la libertad interna del hombre, pero antes Caín mató a Abel y le quitó la libertad de vivir.
La humanidad sigue atentando contra Jesús porque está aferrada a las pasiones, al poder, al dinero.
La compasión, la humildad, la generosidad, la comprensión, la gratitud, la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad, la fraternidad y los principios están ausentes del concepto del hombre.
La realidad muestra deslealtad comenzando en el fuero interno del hombre para luego extenderse a todos los semejantes y producir el desmembramiento en diversas capas sociales.
El genocidio es una moneda corriente hasta de curso legal, turcos y armenios, judíos y alemanes, la inquisición, las guerras mundiales, la guerra de secesión de EEUU, las matanzas de Stalin, la compra y venta de esclavos y más atrás la conquista de América en que a los aborígenes se los consideraba sin alma y más atrás, las cruzadas, Atilas, Carlomagno, Alejandro y Napoleón entre tantos otros.
Guerra, guerra desde siempre en todo el Planeta. Militares en Argentina en guerra sucia. No existen las guerras limpias.
Lo nuevo es la droga. Millones de personas adictas que giran por el mundo pueden ser los más perdidos y los más entregados a la voluntad de otros.
La población del mundo hoy oscila en seis mil setecientos millones de habitantes. Hay dirigentes, dirigidos, dominados, esclavizados, atormentados, corrompidos, heridos, mancillados, tontos, locos, enajenados, alienados. Es lo que es en el año 2009 y ni los filósofos, ni psiquiatras, ni psicólogos pueden encauzar y arreglar el desatino mayúsculo que representa esta mal llamada civilización.
Muchísimos: ¡millones! niegan esta realidad porque le temen a la verdad. Prefieren vivir en el ostracismo, en la ignorancia, en el “no pasa nada”. Restarle dramatismo a esta Era de quince mil años, plena de dolor y sufrimiento para continuar vegetando en la abulia de no pensar.
El hombre está como al principio de los tiempos, aún cuando hoy existe la electricidad que daña, la tecnología toda, que perturba las células de nuestro sistema nervioso a partir de la radiofrecuencia y el electromagnetismo, pero emocionalmente con algo más de conocimiento, es el mismo hombre de Cromagnon que peleaba por comida o por no salir de la cueva.
Las economías están alteradas en el borde del colapso La confusión impera. Los dirigentes que decían saber, se reúnen para morigerar la hecatombe. Son los que ven el derrumbe y como salida ofrecen un nuevo orden mundial, que es el lugar donde quieren arribar.
No se dan cuenta que ya no queda tiempo, globalizaron, pero ahora estamos en el epílogo, los últimos renglones están escritos y ellos no hablan del sueño trasnochado de un nuevo orden.
Al no tener en cuenta la predestinación de la existencia circular, de la repetición de los hechos aún con cambio de escenarios e incremento de tecnología, al negar las advertencias y profecías de maestros y sabios y no haber intentado cambiar el rumbo buscando que las sociedades transiten caminos distintos, pocos serán los que quedarán en la Luz.
El gran cambio se esta dando y pocos lo perciben, las mayorías proyectan y viven pensando que lo que ocurre es circunstancial y todo continuará conforme a las pautas normales. Evalúan este momento como algo transitorio sin darse cuenta que les toca vivir lo que nadie en diez mil años vivió.
La historia de la Atlántida revelada por Platón y otros historiadores cuenta que se había pronosticado su fin por algunos habitantes pero nadie prestó atención. Los motivos de lo ocurrido se ignoran, algunos han escrito que se debió a que habían equivocado el rumbo. De ser verdad esto, se estaría en una situación similar.
Se vuelve al proceso circular de la existencia. De qué manera se podría variar lo aparentemente irremediable: El camino exige una gran convicción para cambiar en lo interno. Un alto grado de comprensión tratando de flexibilizar el pensamiento y poder contactar el espíritu, liberando la esencia durante años sojuzgada por la personalidad.
Alejar el pensamiento circular cotidiano y repetido para que se pueda vislumbrar la espiral como forma de ascensión y viajar mentalmente en su expansión hacia los cielos.
Pisando La Tierra se producen círculos, navegando en el cielo puede producirse el gran cambio interno y se puede llegar a la conciencia profunda y a la paz interna.
En el mundo no puede haber PAZ si el hombre no la alcanza internamente.
La Paz generada por el hombre surca el espacio terrestre, del mismo modo si se genera tormento u odio, esto recorre la superficie y contamina a los semejantes.
Se disemina el odio, el rencor, la furia, la ausencia de códigos, la ambición, la corrupción y se puede hablar de milenios en la degradación de las continuas civilizaciones, incrementada en las últimas centurias para producir la aceleración del proceso.
Dos vías se pueden transitar: el sufrimiento o el estado de conciencia. El hombre estableció el sufrir como consigna de vida. Más no se podría haber hecho para dramatizar la existencia humana. Ninguna especie se representa tan mortal.
Revertir la circunstancia y encontrar la salida al no sufrimiento desafía las leyes de la acción-reacción.
Cuando Jesús dijo “Poned la otra mejilla” habló de la conciencia profunda, porque sólo con un gran estado de conciencia puede ofrecerse la otra mejilla.
Dos mil años atrás se planteaban estas situaciones y la pregunta sin respuesta surge
amarga como la hiel: Qué aprendió el hombre, dónde quedó su evolución.
Parece increíble que las mismas circunstancias sigan vigentes. Un ser de otro mundo no podría creerlo salvo que: Supongamos que de repente se interrumpen las transmisiones de televisión en todo el Planeta y en todos los canales surge una imagen vibrante comunicando:
“Hermanos terrestres ustedes han visto por siglos y mucho más recientemente, infinidad de fenómenos en el cielo a simple vista o han tomado miles de fotografías de esferas luminosas y objetos llamados por ustedes Ovnis. Hoy ustedes se están acercando al conocimiento de su realidad, pero como los acontecimientos se precipitan queremos que tengan algunas respuestas, para superar las vicisitudes que sobrevendrán y como enfrentarlas.
Originalmente fueron creados para cumplir la función de generadores de emociones, tanto positivas como negativas. Esas emociones surgen en cada uno de ustedes permanentemente; por milenios no las han podido manejar.
Tanto el amor como el odio se encuentran establecidos en cada uno con todas las derivaciones y alternancias. La bondad, la humildad, la compasión, la fraternidad, la generosidad, resultaron diluidas ante los crímenes, la tortura, el despotismo, la mentira, la venganza y tantas más.
Desde hace algunos años de su tiempo se ha incrementado el odio globalizado y se ha tornado muy peligroso para vuestra especie.
Esa energía desplegada a través de las emociones ha contribuido en otros planos a originar vidas y a poner en movimiento ciclos holográficos pero comienza a ser nefasto.
Muchos profetas advirtieron que el camino era equivocado, pero se desoyeron los mensajes de advertencia. Vuestros filósofos con teorías contrapuestas contribuyeron a crear gran confusión. Las religiones ayudaron a la fragmentación de las sociedades y bajo la doctrina del amor nadie ama, todos quieren tener la propiedad del semejante.
Tendrían que haberles enseñado a alcanzar estados sutiles de elevación por medio de la meditación, la contemplación, el reencuentro con el propio espíritu,
relativizar las situaciones del mundo concreto y a sobreponerse a las pasiones. Buscar estados de conciencia interna aumentando el grado de comprensión, ser dueños de vosotros mismos y no que las emociones fueran las ejecutoras de vuestros actos.
Como todo experimento algo comenzó a fallar y se vislumbra el momento en que no van a poder dominar el esparcir entre ustedes la virulencia de aquello que no debe ser.
Aquellos que reviertan por convicción sus actitudes y busquen el reencuentro con su espíritu podrán ser liberados de las ataduras del mundo terrenal para conectarse con el Alma. Los cuerpos tendrán la brillantez emanada por el espíritu repuesto en la esencia del ser que comienza a SER.
Lo que tenga que suceder sucederá inexorablemente pero aquellos que busquen el encuentro con lo Superior superarán los trances que ya están aconteciendo.
Esta comunicación es para orientarlos y mostrarles la existencia de otras realidades que muchos de ustedes comienzan a percibir, mientras mayor sea el número que trascienda hacia la elevación, más gratificante será para nosotros, viajeros del espacio.
Detrás de los pensamientos existe una cortina sutil y quienes la descorren penetran en el conocimiento profundo para comprender la existencia de la Inteligencia Suprema Infinita y Eterna, llamada por ustedes DIOS.
Como prueba han entendido este mensaje sin mediar palabra, los que miraban televisión y los que no, llegamos a todos, ahora depende de vuestro entendimiento y capacidad, asimilar lo que han recibido y actuar en consecuencia.
Cuando se sabe es imposible permanecer estático, los que se detienen vuelven a la rueda del sufrimiento continuando con sus ciclos.”
Es una utopía pero sería extraordinario que ocurriera algo tan maravilloso y trascendente, hoy más que nunca es necesario para despertar.
Pedro F. Callegari
Abril del 2009
El hombre al ir ascendiendo en la pirámide evolutiva transforma su vida circular en vida en espiral, alcanzando la libertad interior y hasta momentos de Iluminación.

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